¿Qué ha pasado?
Ayer y hoy estamos viviendo jornadas absolutamente salvajes en los mercados, con una de las mayores aperturas en rojo de la historia de Estados Unidos: la séptima más grande jamás registrada y niveles de volatilidad y pánico no vistos en 5 años.
Para encontrar referencias comparables, tenemos que remontarnos al estallido del COVID o incluso a la gran recesión de 2008. El nivel de pánico ha alcanzado máximos no vistos desde entonces.
¿El motivo? Los nuevos aranceles anunciados por Donald Trump, que han superado con creces todas las expectativas.
La agresividad de estas medidas ha sido tal que muchos analistas las califican de “suicidas” para la propia economía estadounidense. No estamos hablando de pequeños ajustes, sino de aranceles del 54% a China, o del 45% a Vietnam por poner dos ejemplos interesantes.
Medidas que, de implementarse tal cuál están de forma sostenida, destruirían empresas americanas completamente y el poder adquisitivo de los consumidores americanos.
Por eso no van a implementarse tal cuál están de forma sostenida, como veremos después.
Aranceles del 54% a los productos chinos no tienen ningún tipo de lógica comercial ni manera de implementarse sin generar un caos total sin precedentes y roturas de la cadena de suministro. Y el ejemplo de Vietnam es también ilustrativo.
De implementarse, destruirían los márgenes de empresas americanas con producción externalizada, como Nike, que ha caído un 20% en apenas dos días. Hablamos de impactos reales: márgenes brutos que podrían reducirse hasta un 80% condenando a estas empresas a la extinción por la imposibilidad de competir.
Yo personalmente no creo que Trump y su administración tenga la intención de destruir a Nike o a otras empresas símbolos del país.
Por si fuera poco el despropósito, los números en los que se basa Trump para justificar estas medidas —especialmente los relacionados con el déficit comercial— son absurdos y mal calculados. Él lo sabe. Y todos lo sabemos.
Por eso esto huele más a una estrategia de negociación que a una política económica real. Pero, claro, con Trump nunca se sabe. Esa es precisamente la dificultad de anticiparse a lo que viene.
¿Qué podemos ver a partir de aquí?
Pues la verdad es que no lo sé.
Sé que el mercado se va a recuperar pero no sé cuando. También creo que el pánico es exagerado y que el relato que está generalizándose de que Trump está loco y que nos vamos a una crisis mundial es poco acertado.
Mi lectura personal es que Trump no está loco. Tiene un estilo brutal, agresivo, que utiliza la amenaza como herramienta para negociar condiciones que le beneficien.
Y, en cualquier caso, si resulta que el presidente de la primera potencia económica (y nuclear) del mundo está realmente loco —como muchos medios quieren hacer ver—, entonces nuestras inversiones serán el menor de nuestros problemas.
Así que lo lógico es asumir que esto es parte de un teatro estratégico, y que tenemos por delante un periodo más o menos largo de negociación con movimientos a la baja y fuertes rebotes que culminará con una estabilización y una continuación de la tendencia alcista de largo plazo. El suelo, en este caso, podría estar en los mínimos de agosto o de abril del año pasado.
En ese caso, estaríamos ante las mejores oportunidades de compra que se hayan visto desde 2022 con la crisis de inflación y de Ucrania.
Conclusiones
Caídas importantes y días de volatilidad extrema son relativamente normales en la bolsa y tenemos que vivirlos con tranquilidad y con ganas de aprovechar las oportunidades que nos están regalando.
Volver por ejemplo a niveles de agosto (zona 4900-5000 del S&P 500) no sería nada raro y solo sería un pequeño bache a largo plazo, solo tienes que mirar el gráfico de varios años para entender esto.
Es precisamente en estos momentos cuando se pone a prueba nuestra mentalidad como inversores: ¿tenemos convicción de largo plazo o no?
¿Nos podemos ir a una recesión? Sí. Y no una recesión cualquiera: esta sería la primera vez en la historia reciente en la que una recesión se genera de forma artificial y deliberada, y además en una economía que estaba creciendo a buen ritmo.
Las probabilidades de recesión han aumentado, aunque sigo viendo este escenario como el menos probable.
¿Y cómo me preparo yo? Con una cartera a prueba de bombas. Tranquilidad absoluta. Preparado para dormir bien incluso si el mercado entra en un ciclo bajista de 12 o 24 meses. Mi plan no es adivinar el nivel ni el momento exacto de recuperación, sino estar bien posicionado cuando llegue. Como siempre ha pasado en todas las crisis anteriores.
Por otro lado, la cartera Qlabcapital está cayendo menos que el mercado, ya que está diversificada y concentrada en su mayoría en acciones de máxima calidad críticas para la cadena de valor. Empresas en su mayoría sin las cuales el mundo, con o sin aranceles, no puede funcionar.
¿Quién no está preparado? Los inversores sobreexpuestos al Nasdaq y a las acciones de moda o los que están apalancados con una mala gestión del riesgo y están recibiendo los margin calls para liquidar sus posiciones.
Este tipo de eventos en el mercado, cuando llegan, te sacuden de verdad si no tienes una estrategia sólida y te pueden dejar fuera de juego.
En resumen, estamos viviendo una época muy interesante y una de las mejores para ser un inversor activo en acciones. Una época que nos va a dar interesantes oportunidades si tenemos el sistema y la psicología adecuadas para aprovecharlas.
Aviso legal:
Toda la información ofrecida en el presente documento, y en cualquier otro artículo de este blog o de este autor, tiene un carácter meramente formativo y no representa una recomendación de compra ni de venta.
La información publicada no pretende ser un servicio de asesoramiento de inversión. El autor no se responsabiliza de las decisiones que tomen los lectores basándose en el contenido publicado. Cada inversor debe hacer su propia investigación y asumir las consecuencias de sus acciones.
La información publicada en este blog está basada en fuentes fiables, no obstante, el autor no puede garantizar la veracidad de las mismas.
Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. No inviertas dinero que necesites o puedas necesitar. La inversión en los mercados financieros conlleva riesgos de pérdida de capital. Antes de invertir en una cuenta real, es necesario tener toda la formación adecuada o delegar la tarea en un profesional debidamente autorizado para ello.
Disclaimer:
All the information provided in this document, and in any other article of this blog or of this author, is only for informative purposes and does not represent a recommendation of purchase or sale.
The information published does not intend to be an investment advisory service. The author is not responsible for the decisions that the readers make based on the content published. Each investor must do their own research and assume the consequences of their actions.
The information published on this blog is based on relieble sources, however, the author cannot guarantee their the accuracy.
Past returns do not guarantee future returns. Do not invest money that you need or may need. Investing in the financial markets involves risks of capital loss. Before investing in a real account, it is necessary to have all the appropriate training or delegate the task to an authorized professional.
Totalmente de acuerdo. De hecho, antes de que comenzarán las primeras negociaciones, escribí un artículo sobre el chantaje de Estados Unidos respecto a las empresas del resto de países para "obligarles" a que compren más en EEUU. Me parece una técnica de negociación, para acoger nuevos acuerdos, y volver a intentar ser referencial en el mundo, cuando los chinos son los más productivos.